Motivados por los horrores vividos durante la Segunda Guerra Mundial, el la que millones de personas padecieron crueldades injustificables, todos los países tomaron la firme decisión de elaborar un código moral, ético y sobre todo jurídico que amparara lo que desde la Revolución Francesa se reconocía como los derechos inalienables del hombre.
En 1950 la Asamblea General de las Naciones Unidas invitó a todos los Estados y organizaciones a que el 10 de diciembre se celebrase el Día de los Derechos Humanos. Hoy, los derechos humanos se reconocen casi universalmente como libertades fundamentales que deben ser garantizadas a todas las personas. La mayoría de las naciones están comprometidas a apoyar y proteger los derechos.
Se considera que las disposiciones de la Declaración Universal de Derechos Humanos tienen carácter de derecho internacional consuetudinario dado que están ampliamente aceptadas y se utilizan como baremo de la conducta de los Estados. En las leyes fundamentales o constituciones de muchos países se cita la Declaración Universal o se incluyen sus disposiciones.
Litografía que ilustra
el primer artículo de la Declaración
de los Derechos Humanos,
en la Sede de las Naciones Unidas
en Nueva York.